Busca el problema maestro siguiendo las gotas de sangre que no bombea bien el corazón.
Llegarás a las arterías y podrás notar que están obstruidas por cartas secretas y un poco de colesterol.
Sigue el camino hacia abajo y llegaras al estomago;
dónde tendrás que ver si no hay Lepidópteras irrigando de su baba con formol.
Matar, fumigar hasta eliminar la especie.
Más abajo tendrás que diseccionar el hígado para poderlo inspeccionar:
Tiene que filtrar las malas penas, los sueños rotos
y eliminar por completo las toxinas de eso del mal entender.
Sabrás que si todo está en orden debes de subir.
Ahí donde el motor de lógica concibe la razón.
Debes sacudirlo varias veces y reconectar una a una las ligas de alta tención.
Bajaras entonces de nuevo al corazón y te darás cuenta que es ahí donde esta la causa mayor.
Mas sólo queda en él darle dos litros de realidad espesa
y un cambio de bielas para que ande mejor.
Cámbiate los bulbos una vez al mes,
esas bujías de antaño se deben de reponer.
Y cada vez que tengas tiempo:
contempla tu GPS,
y revisa con alta precisión,
porque caminos no debes de volver a cruzar con el corazón.
A.L