- ¡hey! ¡Yo te conozco! Pasas mucho por aquí, ¿verdad?.
- Si, lo hago…
- ¡lo sabia! Te veo asomar la cabeza en la puerta, cantar en voz alta o con la cabeza agachada, pensando.
- Si, pienso mucho.
- Y ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Àngel ¿y, y tù?
- Yo soy … (un autobús pita pidiendo paso).
- ¿co-còmo? No escuche
- Soy… (¡jodidos carros!).
- Pa…
Una chica aparece y le toca su hombro diciéndole al mismo tiempo -¡tenemos que irnos!-. Èl se despide de mi con un abrazo que hace que me ponga mas nervioso de lo que ya estaba ; y se volvió a perder entre la gente gris, dejándome mas tarado, inconsciente de mi conciente, ¡fascinado! volando entre panteras blancas sobre mares azules –¿fue su aroma?¿su voz?¿su nombre? O la sensación de saber que podría ser todo lo que eh buscado… o mas probable: el diecel y la pintura que ocupaban los albañiles que trabajaban ahí-…
… - y así pasaron los días, el siempre estaba ahí aunque no tuviera tiempo de para hablarle, saludarlo o siquiera mirarlo, pero siempre lo sentía ahí. Al principio parecía raro, obsesivo, y desquiciado pero, después empezó a volverse parte de paisaje rutinal; cada día: lunes, martes, miércoles también, con su mochila, su cámara fotográfica, murmurando algo entre labios-.
- ¿y no te dabas cuenta que te buscaba a ti? Dijo aquel hombre con cubre bocas y guantes de látex en aquella oscura habitación.
- A veces, a veces me daba una buena excusa y a veces no, pero me gustaba imaginar que si.
- Y ¿Cómo lo conociste, como sucede el impacto?
- (suelta un risa seca de vida) eso me gustaría también saber, simplemente ya lo teníamos, no supe en que momento me enamoré, me gustaría saberlo; se que cuando mi amiga me lo presento aquel día en la puerta de mi escuela, ya lo conocía, no se de donde, no se cuando… no lose…
… - lo acosaba- dijo ángel en la sala de espera mientras los demás carcajeaban de aquella aneadota.
- ¿¡como!?- dijo alguien.
- Desde que lo vi aquella primera ves; el estaba de espaldas y yo camina detrás de el , sin ver su rostro y sin saber su nombre; empecé a creer que lo tenia que conocer y que tenia que hacer que el se enamorara de mi-
- ¿y que hiciste?
- Supe que estudiaba en “5 de mayo” y comencé a asecharlo; pasando por su escuela, entrando al baño, haciendo que el me viera seguido, haciendo que el se acostumbrara a mi.
La puerta del quirófano se abre y sale un hombre con lentes:
- tenemos un problema con la energía eléctrica, pero pronto comenzáremos.
- Como esta el!!- dijo ángel
- El esta bien, esta hablando mucho.
Aquel hombre regreso de nuevo al quirófano y cerro, dejando un sonido vació en nosotros. –creo regresare a casa por algo que olvide- dije mientras me levanta de la silla, aun lado de su primo y mi amiga carla. –no, espera a que termine esto, veras que será rápido- dijo su madre; y fue para mi la primera ves que ella me trato con respeto…
…- mi madre nunca acepto a ángel, siempre decía que era un desconocido, extraño, y persona mala… nunca fue así, nunca fue extraño para mi y el echo de que yo lo amara era lo que la molestaba…-en un par de minutos comenzaremos – y el hombre con cubre bocas le puso una mascarilla. –tranquilo, veras que todo estará bien… y ¿sabes algo? Yo creo que tu y ángel siempre estarán juntos-; el silencio apareció y el tiempo se detuvo.
… “no tengo miedo de vivir en esta vida, ni tengo miedo de morir en la otra” ángel salía con un aire de esperanza… -¿ de donde?... no lose-…
… una tarde mientras platicaba con el fuera de su escuela:
- pues deberías venir, será una fiesta muy padre, abra comida gratis, piñatas y una rifa
- … supongo que si, pero será aquí en tu escuela ¿no?
- Si…
- Pues es que estarás tu con tus amigos y yo conozco a nadie aquí, mas que a mi amiga pero ella estará con su novio y…-
- ¿Por qué crees que te invito? Yo estaré contigo…
-¡no puedo créelo! Tendré mi primera cita con el ¿Qué usare? ¿Tengo que llegar en punto para que vea que me interesa o tarde para que empiece a pensar en mi?- le nervio me comìa y la felicidad amordazaba los nervios y los degollaba bajo el manto extenso de profundo amor-.
El quirófano entraba en acción, la familia esperaba y esperaba y yo en la silla caminaba de nuevo alucinado por tantos y tantos recuerdos: las cartas, los encuentros ocasiones “repentinos” la forma de conquistarlo…y su nombre, su divino nombre. Ángel sonreía sentado en aquella silla, suspiro y miro al techo –su genial nombre… Dzahuindanda-.
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