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sábado, 13 de junio de 2009

The Coffee Factory Cap. 2 "Orden 45"

 

En una oscura habitación, donde la única luz era la que los iluminaba. Carlos lo abrazaba tan fuerte – ¿Sabes que te ves mas lindo sin tus lentes?- le decía mientras acariciaba su boca –bésame, ¡por favor!- se escucho salir de sus labios; Carlos tomo su rostro con sus dos manos y…
“¡Muy buenos días!... son exactamente las 5:30 am del día 2 de mayo; les habla su conductor favorito de este su programa de radio  “Arruinando sus lindos sueños”  ¡comenzamos!...”
-     ¡Bahh y si que los arruinaste!... era un muy lindo sueño (se sentó en su cama y comenzó a bostezar y estirar sus brazos)
Sonaba la radio, mientras Carlos se ponía sus calcetines negros.
“… se registró otro caso de influenza humana en el estado, desgraciadamente  esta persona perdió la vida; amigos y amigas tomen sus precauciones que aunque estén flacos esta enfermedad los matara como cuches!!!... ouck oick!!... regresando al día, son exactamente las 7:30 am…”
-    ¡¿Qué?! ¡Es tarde!…
Carlos corría para no llegar tarde al banco, aun así se detuvo para comprar un expreso y ver a su chico –que raro, no esta- .
-    ¡Orden 45: expreso!
-    Si, gracias… disculpa ¿la chica de ojos claro y cola de caballo?
-    … ¡Anna!
-    ¡Sii!
-    Ella es del turno de la tarde, llega  hasta las 3:00 pm
-    ¿Enserio?... Y ¿un chico, moreno, lentes, como que me llega al pecho…?
-    ¡¡El chaparro de lentes!!
-    Si… él…
-    También es de la tarde, ellos solo estuvieron ayer en la mañana para cubrir unos turno, pero llegan a las 3 amigo.
-    Bien, ¡gracias!... gracias
Aquel chico alto se recarga en la barra con su cubre bocas viendo como me salía del café
-    ¡Hey!... ¡amigo!
-    ¿Mande?
-    Dejaste tu expreso en la barra
-    ¡Ahh!... si, mi café… (risa)… vale, gracias…. Otra vez.
“Las horas pasaban interminablemente sentado en mi silla, jugando con mi lápiz una y otra vez; no paraba de mirar el reloj -¡Que sean ya las 3!- te extrañaba y sin saber de ti si quiera tu nombre”. Al fin había llegado la hora; tomé mi cartera y salí hacia el café, dejando a mis compañeros de trabajo y, justamente a unos pasos de que yo entrara apareció el corriendo hacia la puerta –Lo siento, lo siento- dijo al entrar -10 minutos tarde – le dijo su jefe.
-    ¡¿10 minutos tarde?!  También él se retrasó hoy…aun así, si yo fuera su jefe no lo regañaría…

Algunas cuantas horas en el café.
-    Tu panino y americano Carlos.
-    Gracias Anna-
-    Ángel.
-    ¿Mande?
-    Se llama Ángel
-    ¿Él?... ¿enserio?...
-    Sí… bueno me voy, tengo que atender mesas.
Y el la barra comenzó a sonar su nombre: en cada mesero que pedía un cuchara, en cada taza que él servía, en cada carga de café que escupida la máquina. Estoy enamorado.
-    ¿Ángel, podrías ayudarme con estas órdenes?
-    Si, claro.
Y comenzó a repartir sonrisas en cada mesa donde pasaba, dejando un aroma a café recién hecho; tanto amor, tanta locura y yo era le único que podía disfrutarla.
-    Su americano señor… ¡Hey! Usted es el del banco ¿verdad? Al que no le gusta que lo vean a la cara.
-    ¡No, no! Bueno si, si soy el del banco, pero no me molesté… ¡no! Solo que me puse nervioso.
Carlos comenzó a hurgar entre sus tazas vacías de café sus hojas de trabajo
-    Bueno no nervioso, tenia trabajo… ja ja (cara de nervio)
-    Bien, creo… aquí esta su americano (lo miro a la cara)… ¿No es mucho café señor?
-    No chico para nada, alguien como yo puede con esto (cara y risa de orgullo)
-    Bien, que lo disfrute…
4:30 am…
Carlos caminaba de un lado a otro por su habitación, en su PC se escuchaba una canción baja para no despertar a sus hermanos.
-    ¡Coño! No debí  haber tomado tanto café.

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