martes, 28 de abril de 2015
Iccas. I
Autor: NatVialen.
Me imagino caminando entre las nubes, de noche. Una noche de luna; caminando con una ropa blanca, cabello largo y suelto; lentamente, como si el tiempo, fuera inexistente. Camino, a mi lado Iccas en su forma grotesca, me cuida como siempre. La luna llena alumbra casi todo el cielo, pequeños hilos de briza lunar se extienden por todo el lugar y provocan que haga frío. Me detengo cuando parece que llego al borde de las nubes, porque más adelante se ponen delgadas, traslucidas, imposibles de pisar para Iccas, mas no para mí, pero yo no iría a un lugar al que no podría acompañarme él.
Pareciera que la luna comprende eso y se acerca hasta que puedo sentir su fría faz sobre mi rostro…a pesar de su belleza cálida, divina y milagrosa.
Siempre es un ser frío… sin sentido, la toco y me preparo para el dolor, robarle un poco de su polvo directamente con la mano, equivale a morir congelado, pero Iccas me sostiene y por eso la luna confidente de los amantes, no me lastima.
Despacio alejo la mano y suavemente la paso por mis labios, los cuales se entumecen al instante, mientras brillan de forma perceptible. Iccas cambia a su forma humana, suavemente me toma de las mano y me gira para que lo vea… sus ojos, grisáceos, me miran de manera cálida, con la mano que le queda libre toca mi mejilla y sujeta mi rostro acercándolo a él… un beso sella nuestro eterno pacto… un beso… frente a la mayor cómplice de los amantes.
Nos juramos todo ante esa luna y ella bendijo nuestra unión. Todos los seres naturales miran esto y lo aprueban; incluso los demás Raic.
Iccas extiende sus alas al momento que me abraza, cierro los ojos y aspiro el aroma de su pecho… soy suya y él es mío. Mi Iccas.
Mi amor diurno, nocturno, eterno…
Natvialen.
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